Título de deuda
Un título de deuda es un préstamo que le hace un inversor a una empresa o gobierno (emisor), de acuerdo a un cronograma establecido en las condiciones de emisión.
Los títulos de deuda también son conocidos como bonos.
Las condiciones de emisión se fijan en un documento denominado prospecto en el que se define al menos los siguientes elementos:
- Emisor: puede ser una empresa (sector privado) o un municipio/departamento, provincia /estado o nación (sector público). El inversor deberá considerar la calidad de emisor, es decir, evaluar la posibilidad de que el emisor cumpla en tiempo y forma con lo pactado en las condiciones de emisión.
- Fecha de vencimiento: día en el que se termina de pagar el capital e intereses. Este elemento deberá ser considerado al evaluar el horizonte de inversión (corto, mediano o largo plazo).
- Renta: tasa de interés que paga el bono y forma de pago.
- Amortización: forma de repago del capital invertido al comprador del bono.
- Otras características: también pueden existir clausulas especiales. Por ejemplo un bono puede contar con una cláusula de retiro previo, es decir, que el emisor puede rescatar o pagar el bono antes de la fecha de vencimiento. Por otro lado, un bono también puede contar con una cláusula de conversión, la cual permite al inversor convertir sus bonos en acciones de una empresa una vez cumplidos ciertos requisitos.
El que emite un bono (deudor o emisor) busca financiarse recaudando dinero en el mercado.
Por lo tanto, el emisor del título se endeuda y se obliga a devolver el capital tomado en préstamo más los intereses correspondientes al inversor.
El que compra un bono (acreedor o inversor) busca rentabilidad.
Riesgos de invertir en títulos de deuda
- Riesgo de contraparte: es la posibilidad de que el emisor del título de deuda no pueda cumplir con los términos del prospecto de emisión, especialmente con el pago del capital e intereses.
- Riesgo de mercado: es la posibilidad de que el inversor sufra pérdidas de su patrimonio por la disminución del valor del título de deuda en el mercado. Este riesgo afecta a las inversiones en título solo en el caso de que el inversor desee venderlos antes de la fecha de vencimiento. Si la intención del inversor es adquirir estos instrumentos para cobrar los intereses y capital estipulados en las condiciones de emisión, el riesgo de mercado no debe ser tomado en cuenta.
- Riesgo de liquidez: Es la posibilidad de que el inversor sufra pérdida en su patrimonio por no poder deshacerse inmediatamente del título de deuda (no existe mercado) y lo tenga que vender a un precio muy menor. Este riesgo afecta a las inversiones en título solo en el caso de que el inversor desee venderlos antes de la fecha de vencimiento. Si la intención del inversor esa adquirir estos instrumentos para cobrar los intereses y capitales estipulados en las condiciones de emisión, el riesgo de liquidez no deben ser tomado en cuenta.
- Riesgo de inflación: es la posibilidad de sufrir pérdidas por el deterioro de poder adquisitivo de la moneda en que se realiza la inversión. Si esto ocurre el rendimiento.
De la inversión (tasa de interés que paga el título de deuda) puede ser absorbido en forma parcial o total por la inflación.
¿Cómo reducir la exposición a los riesgos mencionados?
- Riesgo de contraparte: antes de comprar un título de deuda es conveniente que analice y evalúe las calificaciones otorgadas por las sociedades calificadoras a los mismos. Cuanto mejor sea la calificación otorgada al título, menor será la posibilidad de que el emisor efectúe algún incumplimiento.
- Riesgo de mercado y liquidez: si la intención del inversor es conversar el título por un corto periodo de tiempo y venderlo antes de su vencimiento, este tipo de inversiones debe efectuarse con dinero que no es necesario en el corto plazo. Esto permitirá vender el título en un momento en que los precios sean ventajosos para el inversor.
- Riesgo de inflación: no es conveniente invertir en títulos de deuda que pagan una tasa de interés fija en países donde existen tasas de inflación considerables. Es esos casos, se recomienda comprar títulos donde la tasa de interés a pagar o rendimiento se ajuste por él, índice de inflación reconocido.